Serenidad. Una serenidad pura, ininterrumpida y dichosa. No se trata de libertad, sino de paz en medio de las tormentas de este mundo. Dicen que se encuentra en algún lugar entre el cielo y la arena. Y no estaban muy lejos. Creemos haberla encontrado aquí; en este inesperado rincón de lujo en el corazón de la región Navajo; en este paisaje agreste y rocoso de Utah; en este aislado pero milagroso paraje natural de la Meseta del Colorado, donde solo unas pocas almas afortunadas se han aventurado antes; en este paisaje desértico único que irradia una belleza indescriptible para la mente y el espíritu.
Porque es aquí donde uno se asoma a un vasto escenario de mesetas y desfiladeros, cañones y valles, desierto y lago; es aquí donde uno realmente escapa, casi desaparece, entre la multitud irónicamente vacía de un valle protector de 240 hectáreas; es aquí donde uno se transporta verdaderamente del mundo real y se sumerge en una extensión aparentemente imposible de novela geológica y majestuosidad, en armonía con la banda sonora de un nuevo mundo de maravillas. Rodeado por el telón de suaves tonos marrones, beiges, arenas y cremas, observe esta maravilla teatral desde la magia del sol matutino que pinta de nuevo los coloridos cañones, hasta que el cielo nocturno se ilumina con miles de estrellas nítidas, los focos se iluminan y el telón se cierra sobre este terreno del suroeste, proyectando dramáticas sombras sobre las montañas. Y mientras la mente se duerme de nuevo, aguarda la promesa del espectáculo del mañana, la posibilidad de una exploración sin fin. Antelope, Zebra Slot, Peekaboo, Rattlesnake Canyon, Horseshoe Bend y Reflection Canyon, por nombrar solo algunos, te saludan en cada giro y vuelta, en cada pequeño aprieto; o la extraordinaria extensión del lago Powell te convoca con vistas abiertas sin igual. Así que prepárate para adentrarte en un reino dramático y extraordinario como ningún otro en los #blackbooktravels de esta semana. Mientras el mundo se abre lentamente de nuevo, el espíritu aún anhela la inmersión en la soledad absoluta, parece el único lugar del mundo ideal para presumir. La última promesa, casi, de un lugar sin rastro de hombre que aún existe. Verlo para creerlo.
¿Dónde alojarse? 🛏
Enclavado en este vasto valle se encuentra un inesperado hotel modernista que significa "montaña tranquila" en sánscrito. Envuelto con belleza en el paisaje montañoso del desierto, es una mera prolongación, una perfecta unión de absoluta tranquilidad con la naturaleza, y se llama @amangiri. Con solo 34 suites exclusivas, es inevitable sentir la continuidad de una serenidad absoluta y un aislamiento imposible.
Los huéspedes son invitados a una desconexión aún mayor, con la yuxtaposición de arquitectura que destaca precisamente porque desaparece. Aunque las piscinas son las protagonistas en un desierto árido, las habitaciones son impresionantes. Cada una tiene su propia pared que se derrumba, astutamente orientada hacia las más inmaculadas vistas montañosas. Cada rincón está diseñado con lujosa perfección, con una estética que deleita todos los gustos. Aquí, olvídate del teatro, pues son sus imágenes de naturaleza muerta las que nos despiertan la lujuria. Diríamos que podría ser el resort más fotogénico del mundo.
